Pese a la edad y responsabilidades, más de 70 hombres con gran amor por los perdidos tomaron las calles de Lima el pasado domingo. Ningún trabajo es en vano, menos el que se realiza para engrandecer el reino de Dios. Ser parte de un legado que el mismo Jesucristo encomendó es la visión que inspira a esta generación de caballeros.

Durante el evangelismo, las decenas de vidas que transitaban por la zona estaban abiertas a escuchar el mensaje del Evangelio. Los cánticos, alabanzas, instrumentos de música y folletos fueron las herramientas que utilizaron, captando la atención de los transeúntes. Como no podía faltar, el mensaje de la palabra de Dios corrió como agua viva.

Jesús fue el invitado especial, Él obró en cada corazón. Al final de la prédica, las vidas elevaron sus manos para aceptar a Jesús como su único Señor y Salvador. El líder de los caballeros mencionó: “la semilla del evangelio fue sembrada en el núcleo de los corazones, Dios obrará en el tiempo adecuado. Nosotros solo obedecemos el mandato Divino, pregonar el Evangelio de Jesucristo”.

El Eterno Dios siga obrando de manera poderosa en cada corazón, liberte las cadenas de pecado y dolor, y sea Él quien respalde con Su presencia a todo aquel que se dispone a ser usado por Dios. ¡Sigamos las pisadas del Maestro!