Había escuchado tanto a cerca de tener un encuentro personal con Dios, la verdad es que nunca antes yo había experimentado algo así, ser adolescente había traído consigo muchos cambios en mi vida, me preguntaba qué le estaba pasando a mi corazón, por qué de pronto me sentía desanimado, poco aceptable ante la sociedad.

Aún con las interrogantes que tenía solo dejé que Él obrara en mi vida, le dije la verdad, hablé con Él, le conté cómo me sentía, después pronuncié “Dios dame una experiencia” bastó pedirle ello, desde ese instante mi corazón no fue el mismo, estaba sintiendo su presencia que me consolaba y secaba mis lágrimas, que sanaba el corazón herido que traía.

Fue un tiempo maravilloso, la paz indescriptible que sentía, quería contárselo a todos, quería compartir el amor que tenía en mi corazón, ese fue el punto de partida para nunca más ser quien era, antes de pedirle a Dios una experiencia.

El sábado 8 de diciembre se realizó un ayuno de adolescentes en la ciudad de Huacho, las iglesias del  Presbiterio 20 se reunieron para alabar y adorar el Nombre de Cristo, la meditación de la palabra de Dios estuvo a cargo del Rev. Macedonio Pérez;  pastor de la Iglesia de Supe Pueblo del Presbiterio de Barranco; quien también respondió a las inquietudes de los adolescentes a la luz de la Palabra de Dios.