Recuerdo una noche, mientras trataba de hallar sentido a mi vida, sintonicé la televisión. La vida realmente me pesaba, había tomado malas decisiones y las consecuencias eran fatales; pero mientras cambiaba de canal, algo cautivó mi atención. Era Bethel Televisión, un canal cristiano.

Cada vez que escuchaba las palabras del pastor, un fuego ardiente muy dentro de mi corazón se hacía notable. Quería aceptar a Jesús, pero mi indiferencia me lo impedía. Sabía que, si lo aceptaba, tendría que dejar todo, pero, por otro lado, sabía que si perdía la vida, mi destino sería el infierno.

Algo pasaba en mi interior. No sé cómo ni en qué momento terminé de rodillas, llorando, arrepentido de mi maldad. En aquel momento, mi tiempo, mi juventud, se la estaba entregando al Señor. No sé cuánto tiempo lloré de rodillas, pero lo que sí sé es que mi vida no es la misma, tenía un nuevo corazón.

Después de aquella experiencia, fui en busca de una iglesia y aquí estoy, en medio de una confraternidad de jóvenes alabando a mi Creador. ¡Hoy sé que Dios es real! Él es experto en sanar las heridas, en restaurar vidas y quitar todo complejo si clamas Su nombre. ¿Pasas por momentos de dolor? No dudes en acudir a Él. ¡Ánimo! Tenemos un Dios poderoso.

El pasado 4 de mayo, se realizó la confraternidad de jóvenes y adolescentes en el templo central de Chiclayo. Con el lema "Perseverando bajo la Shekinah", y las decenas de jóvenes asistentes, obtuvieron un tiempo de comunión y fortaleza espiritual. Agradecemos a nuestro Dios todopoderoso por seguir guiando nuestros pasos. ¡La obra del M.M.M. sigue adelante!