• 03 de Mayo, 2019

DOY GRACIAS A DIOS POR ESTAR EN LA CÁRCEL

Nací en una familia humilde y trabajadora, tuve una infancia muy feliz y llena de buenos recuerdos. Desde pequeño, me empezaron a gustar las historias bíblicas y ese fue el comienzo de mi vida dentro de la fe.

A medida que crecía, mi fe en Dios seguía incrementando. De algún modo siempre me sentí llamado por Dios a seguir el camino de la fe, incluso con padres que eran ateos. Pasaron los años y por circunstancias empecé a alejarme de Dios, viviendo mi adolescencia sumergido en las drogas, robando y haciendo daño a otras personas.

Una noche, a la salida de una discoteca, se formó una discordia y un hombre perdió la vida, aquella noche el peso de la ley cayó sobre mí. A los 3 días ingresé a la cárcel, acusado del delito de asesinato. Había tocado fondo por completo. Recuerdo la primera mañana después de pasar la primera noche en prisión, me miré al espejo, por mi mente pasaban todo tipo de pensamientos.

A los pocos días, me crucé con un interno (el cual hoy sigue siendo un gran amigo), él me puso una biblia en la mano, y me dijo: “¿sabes que solo Él puede ayudarte y sacarte de donde estás, ¿no?”. Yo le respondí que me sentía sin valor como para acudir a Dios después de tanto tiempo y el daño que había causado a tantas personas.

En seguida me miró y me dijo: “Hermano, Él te conoce mejor que nadie y te ama más que nadie en este mundo”. Aquel día, y después de tantos años, decidí redimirme a Dios de todo corazón. Hoy, después de casi año y medio preso a la espera de juicio, le doy gracias a Dios por estar aquí, por usar a sus hijos. Me entregué a Dios y hace unos pocos días obtuve una gran victoria: Bajar a las aguas del bautismo.

El pasado 29 de abril, un grupo de hermanos y pastores pertenecientes a la zona 21, realizaron el primer bautismo en agua en el Penal de Cusco. Con la visita del Director Ejecutivo del Programa de Resocialización del Interno (PREIS), Rev. Teófilo Estrada Maíz, decenas de internos rindieron su vida al Todopoderoso, reconociendo que solo de Él viene la verdadera libertad.

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