• 14 de Agosto, 2019

Pasé 26 años odiando a mi madre

Los conflictos internos y emocionales dentro de su familia afectaron la vida de Juan Mena. 26 años de odio bastaron para que Cristo actuara a su favor, y llene cada espacio con su perfecto amor.

Juan Noé Mena Lupuche creció con muchas inseguridades. "Mis padres se odiaban. Yo tenía la esperanza de algún día poder llevar una vida normal. Una vida como la de mis amigos, pero nunca pasó”. Su anhelo por tener una familia estable solo quedaba en sus sueños y anhelos. El rencor hacia sus padres crecía como un veneno mortal inundando su corazón.

Los golpes eran pan de cada mañana que con fuerza se incrustaban en el alma del aún adolescente Juan. A los 17 años maquinó tomar venganza contra su progenitor. “Una noche, lleno de odio, cogí un machete para matarlo, pero mi madre, entre lágrimas, impidió que lo hiciera. Desde esa fecha, mi rencor fue para con ambos”.

Al pasar el tiempo, Juan, junto a sus hermanos, acordaron desalojar a su padre de casa. Supuestamente, una paz los embargaría, pero esa sensación de satisfacción no les duró mucho tiempo; su corazón seguía lleno de odio. Comprendió que ninguna venganza le daría el amor y la paz que buscaba.

A los 26 años, Cristo llegó a su vida para cambiar su historia. Juan aceptó recibir a Jesucristo en su corazón y, desde aquel instante, su vida dio un giro inexplicable. Lo que tanto buscaba, llegó en un abrir y cerrar de ojos. Ahora el odio se transformó en amor, Cristo hizo lo que nadie pudo hacer. "¡Realmente Cristo une a la familia!”, afirma.

¡Dios unió a la familia de Juan, Él también quiere unir a tu familia! No te pierdas nuestra Convención Nacional del 12 al 22 de setiembre. Hay una esperanza para tu vida, recuerda… ¡Cristo nos une!

deja tu comentario