Ahora sé que el ayuno es fuente de poder, un arma poderosa en las manos de quién se dispone a conocerlo. ¡No dejemos de ayunar!
Todos necesitamos la ayuda de Dios y dirección para nuestras vidas. Todos tenemos necesidades personales, algún problema que simplemente no se resuelve con el paso del tiempo, buscar solución para algún ser querido que parece estar perdido y sin rumbo en la vida.
Por supuesto, todos queremos que Dios escuche y conteste nuestras oraciones. ¡Deseamos ardientemente Su respuesta, Su ayuda y que no se tarde! Sin embargo, a veces nos abruma el simple hecho de pensar en ayunar. No dejemos que el enemigo nos desanime de pedirle ayuda a Dios. Él se alegra de contestar nuestras oraciones.
Recuerdo mi primer ayuno, fue tan corto. Necesitaba auxilio celestial, no paso mucho tiempo y ya me encontraba ayunando tres veces por semana. Hoy, orar es un deleite para mí, un ejercicio espiritual que trae gozo y paz en medio de los problemas.
Soy pastor e inculco a mis ovejas la importancia del ayuno y la oración por medio de mi ejemplo. Sin Dios, no somos nada, no podríamos avanzar.
Este fue el sentir de decenas de pastores líderes en la zona 90, Sulla, después de realizar un glorioso ayuno. Se contó con la visita del Rev. Samuel Vásquez, presbítero de la zona 105 de Paita. La gloriosa reunión tuvo una duración de tres días. La Shekinah de Jehová lleno cada corazón.