VALORA LA PRESENCIA DE DIOS
La Biblia enseña con mucha claridad que Dios está en todas partes, que Él se encuentra en el último rincón del mundo, así como en la parte más íntima de nuestro ser. Sin embargo, eso no quiere decir que todos los seres humanos sienten, experimentan o perciben a Dios en sus vidas; la mayoría vive como si Dios no existiera, por ello no son capaces de experimentarlo.
Para nosotros, ¿por qué es importante experimentar la presencia de Dios? Porque Su presencia nos da la verdadera paz y felicidad para nuestras almas. La biblia nos recuerda claramente en el libro de Salmos, capítulo 84, tener un anhelo ardiente por la casa de Dios y habitar en su presencia.
Hay muchos que asisten a la iglesia, o hacen oraciones sin tener un anhelo sincero por Dios. Otros buscan a Dios no porque lo desean, sino porque desean favores de Él. Antes que le imploremos algún amparo, comencemos a implorar que se manifieste en nuestras vidas; una manifestación que cambie la historia de tu vida.
Si nos planteamos como meta buscar Su presencia todos los días de nuestra vida y se lo pedimos, estaremos gozando sinceramente de su fortaleza y, por lo tanto, estaremos cerca de la misma gloria de Dios. Si deseas experimentar el toque de Su gloria, lo primero que debes tener es un deseo sincero y profundo por Él.
Buscar la presencia de Dios debe convertirse en un meta diaria, un asunto de perseverancia. Por esta razón, no te rijas al qué dirán o a lo qué pensarán de ti. Busca la aprobación de Dios, sé fiel y vive en integridad para ser un instrumento poderoso en las manos de Dios.
Que el mundo conozca a Cristo en ti, que vean el poder libertador de Su gloria en tu vida. No busquemos lo nuestro, busquemos estar centrados en el mismo objetivo: ser llenos del Espíritu Santo. Si perdiste el anhelo de gozar de esa presencia, regresa en oración a Él. ¡Vuelve a tu primer amor!
Dios sigue obrando de manera poderosa en la ciudad de Huancayo. La explaza de Toros es testigo de la visitación del Espíritu de Dios. Él está restaurando corazones y librando vidas. El Rev. Marco Antonio Neira, presbítero de la zona 4, fue el expositor de la palabra de Dios, citando el libro de Hechos, capítulo 19.
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