Vivimos en medio de una excesiva inestabilidad. Los problemas de la vida acarrean un sinnúmero de miedos y, si no consideramos a Dios como fortaleza, nos sumergimos en la angustia y desesperación.
Cuando se pierde la esperanza, el ser humano no quiere vivir; se pierde la razón de existir. La mayoría de personas entienden la esperanza como un pensamiento ilusorio, algo así como: "espero que algo suceda", pero esto no es lo que la biblia da a entender con esperanza. La definición bíblica de esperanza es la fe.
Mientras predicamos el evangelio de Jesucristo, brindamos consuelo y esperanza a las almas desalentadas, almas que buscan un refugio en medio del desconsuelo. Esta seguridad de encontrar una solución para sus problemas los lleva a poner su fe en Jesucristo, reconociendo que solo Él los puede ayudar.
El libro de hebreos 6: 13-20, nos habla de Abraham, un hombre que aprendió a amar a Dios con todo su corazón y, sin negarse al llamado genuino de Dios, obedeció a Su promesa. El padre de la fe nos enseña que, a pesar del dolor y la desesperación por las circunstancias, el poder de Jehová sobrepasa toda circunstancia humana.
Si hoy sientes que tu mundo se destruye, sientes que la enfermedad te quita la fe en Jesucristo, recuerda que hay esperanza. Hoy te queremos brindar un mensaje de fe. Dios es el ancla de tu vida, es Él quien conoce tu futuro, no dejes que la presión de la sociedad ocupe el lugar que Jesucristo quiere ocupar en ti. No pierdas la esperanza, este es el ancla de tu alma.
El pasado 17 y 18 de mayo, la Iglesia del Movimiento Misionero Mundial en Chimbote celebró sus 30.° Aniversario. Esta actividad evangelística contó con la presencia del Rev. Luis Meza Bocanegra; Supervisor del M.M.M. en el Perú, y de los Oficiales Nacionales, quienes fueron parte de expandir la palabra de Dios a todo el pueblo cristiano.