El trabajo misionero es un trabajo amplio y complejo. Esta Obra es netamente misionera, este es su origen. El sentir y llamado misionero, es el entretejido del M. M. M. de no quedarnos en un lugar, sino que ampliar nuestras fronteras. Cada Pastor, cada Supervisor debe traspasar fronteras.

El Rev. José Soto Benavides, aseveró ser uno entre muchos, a quien Dios le llamó a los 19 años para ir a Panamá. Después, de muchas vicisitudes aceptó el llamado de Dios. Lo único que mantiene a un misionero en pie, es saber que Dios le ha llamado.

“El trabajar para el señor es un privilegio, y una bendición en el sentido eterno. Todo hombre de Dios, que realice este trabajo tiene que pasar por muchas tribulaciones. El misionero tiene que ser probado, porque al final, las victorias son mayores que las pruebas, pues vale la pena confiar en el Señor” recalcó.

También, nos habló de cuatro aspectos importantes para un misionero: Salir bajo la cobertura de un ministerio, el sostenimiento económico, la preparación teológica, y rogad al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.