En el cuarto y penúltimo servicio de Confraternidad Nacional de Jóvenes y Adolescentes, el Rev. Eugenio Masías, Supervisor del Movimiento Misionero Mundial en Ecuador, compartió el mensaje de Dios usando como referencia 1 Reyes, capítulos 3 y 9.
En el cuarto y penúltimo servicio de Confraternidad Nacional de Jóvenes y Adolescentes, el Rev. Eugenio Masías, Supervisor del Movimiento Misionero Mundial en Ecuador, compartió el mensaje de Dios usando como referencia 1 Reyes, capítulos 3 y 9.
Vemos a Salomón quien en lugar de pedir riquezas o cosas vanas, pidió sabiduría, y agradó a Dios, y Él le dio incluso más de lo que pidió. Así como con Salomón, Dios siempre bendice a aquellos que lo buscan de corazón y hacen Su voluntad. A aquel que cumple esas condiciones, Dios siempre le da más de lo que ha pedido. Dios no solo cumple sus sueños, Dios le da lo que nunca ha soñado.
Joven, Él te hace llegar a lugares a los que nunca pensaste llegar. Cuando Dios quiere bendecir, no importa adonde vayas, estás bendito. Si usted es un hombre o mujer que agrada a Dios, si usted es uno de los benditos del Padre, adonde vaya, usted es bendición para todos los que están a su alrededor.
Pero debemos tener cuidado, no vaya a ser que nos pase lo que luego le pasó a Salomón, quien con el paso de los años, se dejó influenciar por sus mujeres y empezó a adorar a falsos dioses. Hay que cuidarnos, no hay que confiarnos por los años que tengamos en el Evangelio. Tenemos que seguir haciendo la voluntad de Dios.
Él quiere que sigamos adelante, que prosigamos avanzando hasta llegar a las Moradas que nos ha preparado. No solo somos la generación del relevo, somos la Generacón del Rapto. Por eso hay que seguir, ¡seguir sin desmayar, seguir sin mirar atrás, seguir hasta el final!