• 20 de Diciembre, 2018

Ayer me bauticé en Aguaytía

Mis creencias y probablemente mi cultura, nunca me permitieron conocer a Dios, tal y como ahora lo conozco, Él realmente está vivo, Él me restauró, hizo todo nuevo en mi vida y ahora estoy aquí, bajando a las aguas del bautismo.

Antes de llegar hasta aquí, he pensado en lo mucho que Dios me ama, que Él llegó a mi vida en el momento que más lo necesitaba, me extendió su ayuda cuando la soledad intentaba invadir mi corazón.

Antes de conocerlo, siempre pensaba en que existía un Dios en el cielo, que nos había creado, pero desde que llegaron los hermanos a predicar la palabra por la zona de Aguaytía, he podido entender que Él es nuestro Padre Celestial, que nos ama tanto, que entregó a su hijo, Jesús para que perdone nuestros pecados.

Enseguida que acepté a Dios; como mi Señor y Salvador, le pedí que me dea experiencias, y Él me respondió, pues he sentido su presencia y en mis momentos de pruebas y luchas, el Espíritu Santo me ha consolado, de tal forma, que he entendido que el amor de Dios es incomparable y las aflicciones que podemos tener en esta tierra, nos demuestran a quién tenemos a nuestro lado, a un Dios Todopoderoso.

Hoy que bajo a las aguas del bautismo, muero para el mundo y empiezo a vivir en Cristo, dejo todo atrás y levanto por todo la alto, en mi ciudad de Aguaytía, el dulce nombre de Jesucristo.

Se realizó el primer bautismo en agua en Nuevo Edén, Aguaytia. Se contó con la presencia del Rev. Teófilo Estrada y su esposa la sierva. Mariela López, el Rev. Romer Mendoza, Rev. Yam Alejos y los obreros y colaboradores de la Zona 72.

Antes de llegar hasta aquí, he pensado en lo mucho que Dios me ama, que Él llegó a mi vida en el momento que más lo necesitaba, me extendió su ayuda cuando la soledad intentaba invadir mi corazón.

Antes de conocerlo, siempre pensaba en que existía un Dios en el cielo, que nos había creado, pero desde que llegaron los hermanos a predicar la palabra por la zona de Aguaytía, he podido entender que Él es nuestro Padre Celestial, que nos ama tanto, que entregó a su hijo, Jesús para que perdone nuestros pecados.

Enseguida que acepté a Dios; como mi Señor y Salvador, le pedí que me dea experiencias, y Él me respondió, pues he sentido su presencia y en mis momentos de pruebas y luchas, el Espíritu Santo me ha consolado, de tal forma, que he entendido que el amor de Dios es incomparable y las aflicciones que podemos tener en esta tierra, nos demuestran a quién tenemos a nuestro lado, a un Dios Todopoderoso.

Hoy que bajo a las aguas del bautismo, muero para el mundo y empiezo a vivir en Cristo, dejo todo atrás y levanto por todo la alto, en mi ciudad de Aguaytía, el dulce nombre de Jesucristo.

Se realizó el primer bautismo en agua en Nuevo Edén, Aguaytia. Se contó con la presencia del Rev. Teófilo Estrada y su esposa la sierva. Mariela López, el Rev. Romer Mendoza, Rev. Yam Alejos y los obreros y colaboradores de la Zona 72.

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