Basado en el libro de 1 Timoteo capítulo 1, versículo 11 al 13, el Rev. Luis Meza Bocanegra; Supervisor y Oficial Internacional, expuso la palabra de Dios bajo el tema: “La fidelidad a Dios y el ministerio”, en el cuarto día de la Convención Nacional Descentralizada con sede en Cusco.
Basado en el libro de 1 Timoteo capítulo 1, versículo 11 al 13, el Rev. Luis Meza Bocanegra; Supervisor y Oficial Internacional, expuso la palabra de Dios bajo el tema: “La fidelidad a Dios y el ministerio”, en el cuarto día de la Convención Nacional Descentralizada con sede en Cusco.
Dios es confiable, porque su esencia es el amor, y su amor por nosotros nos da la fortaleza para seguir caminando con vigor. Jesús dijo: “Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”, esa fidelidad de Dios es una propiedad indisoluble de su amor y su gracia. En el ministerio recibimos varias bendiciones; gracia que al recibirla Dios también demanda fidelidad, confianza y certeza de que lo prometido se cumplirá.
La conducta amorosa y fiel de Dios, nos invita poderosamente a serle fieles hasta la muerte para recibir de Él la corona de la vida y todas las bendiciones prometidas en un ministerio. Pero, ¡cómo le cuesta al hombre de hoy en día aprender a ser fiel! Se requiere constancia y serenidad para despojarse de uno mismo y tener en alta estima la predicación del evangelio.
El cristiano y pastor tiene el llamado y la responsabilidad de mantenerse intachable porque representa a un Dios Santo Puro y sin mancha alguna. Nosotros hemos sido llamados a no tropezar o titubear en la fe, frente a las situaciones dificultosas tenemos que ser ejemplo en todo para que las nubes de testigos glorifiquen al Dios que adoramos.
Como último día de celebración la directiva Internacional del M.M.M. Promovió a 39 obreros laicos, 20 obreros licenciados, y 14 ministros ordenados; siendo un total de 73 siervos ascendidos al ejército del cielo. Con el tema; “La fidelidad a Dios y el ministerio”, los miles de asistentes escucharon sobre la herramienta principal que Dios demanda de un ministro: La fidelidad a Dios.