Solo el amor de Dios pudo restaurar mi vida de una manera inexplicable para salvar mi alma de la ruina en la que me encontraba.
Crecí sin el amor de mis padres y viendo el sufrimiento de un hogar disfuncional de la peor manera, llegando a pensar que Dios no existía. Busqué la paz y el gozo de todas las formas posibles incluyendo el tomar malas decisiones que repercuten en mi futuro.
Solo el amor de Dios pudo restaurar mi vida de una manera inexplicable para salvar mi alma de la ruina en la que me encontraba. Tengo tres hermosos hijos, los cuales estoy guiando por el camino correcto. Dios no sólo me perdonó, también me salvó, me llenó de Espíritu Santo.
Desde este 2 al 5 de noviembre, iniciamos nuestra Convención Nacional de Damas y Caballeros con sede en Chiclayo. El evento será transmitido a través de distintas plataformas digitales del MMM, así como Bethel Televisión.