Siete ponencias, siete mensajes del cielo que captaron el corazón de los más de 80 mil almas que se unieron con un mismo objetivo: proclamar las bondades de Dios, recibir fortaleza, aceptar el llamado de Jesús y ser testigos de las bondades del cielo en la explanada del Coliseo Amauta.
Como dice el libro de Hebreos: “Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”, miles de familias recibieron fortaleza en los cuatro días de Convención Nacional en la capital limeña.
Como inicio de evento, el Rev. José Arturo Soto, Presidente del M.M.M., fue el primer expositor de la palabra, enfatizando el mensaje del cielo bajo el tema: “Guerra contra el enemigo”, haciendo referencia a la fortaleza que tiene cada cristiano a través de la Sangre de Cristo para destruir fortalezas, conquistar los tesoros del cielo y defender el diseño original de Dios.
Como segundo expositor, el Rev. Ezequías Garcia, pastor en Ocala, EE.UU. enfatizó la importancia de dejar una herencia, un legado intransferible hacia las nuevas generaciones. No suplantando la herencia de Dios por una heredad pasajera. Por la noche, el Rev. Carlos Capo, pastor en M.M.M. Florida, EE. UU., expuso el mensaje del cielo, enfatizando la ley de Dios para ser medidos con justo juicio a través de una plomada espiritual.
Como cuarta exposición, la hna. Herly Soto, expuso el mensaje de Dios bajo el tema: “Construyendo un legado digno de ser contado”, dando un énfasis a los padres para que sean amigos de sus hijos y estos los recuerden con honor. Por la noche el Rev. Gerardo Martínez expuso el mensaje bajo el tema: “No dejes de luchar por tu familia”, recordando a la iglesia que está llamada a recuperar el honor de las familias.
Como último día, el Rev. Clemente Vergara, Oficial Internacional, fue el expositor de la Palabra recalcando la fortaleza de Dios y el poder de su Espíritu Santo para apagar todo ataque del maligno contra las familias y los ministerios. Y como cierre de Gloria, el Rev. Rubén Concepción, Oficial Internacional, hizo un recordatorio de la importancia y la fiabilidad de las familias con la comunicación. No se puede tener hogares fuertes si no hay unidad.
Días de gran fortaleza, unidad y una atmósfera de gloria fue lo que se vivió del 15 al 18 de noviembre en el Coliseo Amauta de Lima. Cada delegación llevó su porción especial y una herramienta de fe para seguir adelante. Este evento aún no termina, pues sigue en la ciudad de Iquitos.