La Costa, Sierra y Selva de nuestra nación albergó la misma prescencia de Dios. El pan de vida, las alabanzas, los especiales, las adoraciones emitidas de corazones sinceros y llenos de amor, fueron las ofrendas que emitió cada uno de los convencionistas al Señor de la obra.

Perú viene arrebatando los Estadios para la gloria del Rey Todopoderoso. Junto a las distintas  delegaciones de la nación sudamericana y el mundo, que adornaron la explanada de La Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la unción de Dios se hizo una realidad sobre cada alma.

Las cuatro sedes también gozaron de un evento para niños, pues los más equeños; tesoros de nuestro buen Dios, también fueron beneficiados con el elenco "Semillitas de amor". Después de la reunión, miles de niños entendieron que tienen un propósito del cielo aquí en la tierra.

Sin duda, muy aparte de los milagros presenciados y las miles de almas slavadas, podemos decir que todavía hay un pueblo dispuesto al servicio de Dios a tiempo y fuera de tiempo, pues como dijo el Rev. Luis Meza Bocanegra: "El evangelio transforma vidas, transforma hogares y nos da un llamado al bien de nuestra sociedad".

"Perú superó las expectativas, vemos la misma gloria de Dios en cada rincón de este país. Observar Estadios revalsando de almas, es sin duda, ver la misma gloria de Dios", fueron las palabras que emitió el Rev. José Arturo Soto; Presidente Internacional del M.M.M. en el cierre de Convención.

¡Iglesia! Que la llama del servicio a Dios arda más y más en nuestros corazones. Cada lágrima derramada no será en vano, pues el clamor del pueblo de Dios puede mover la mano poderosa del Rey a favor de un hijo. ¡Damos gloria a Dios por el cierre de victoria!