Basado en el libro de Tito capítulo 3, el Rev. Humberto Henao; Vicepresidente del Movimiento Misionero Mundial, fue el portador del mensaje del cielo en el primer servicio inaugural de la Convención Nacional Descentralizada con sede en Lima.
Basado en el libro de Tito capítulo 3, el Rev. Humberto Henao; Vicepresidente del Movimiento Misionero Mundial, fue el portador del mensaje del cielo en el primer servicio inaugural de la Convención Nacional Desentralizada con sede en Lima.
La disponibilidad no es solo un acto o una acción, es una constante práctica de virtudes reales. Es decir: ir y hacer, caminando siempre bajo la dirección del Todopoderoso, dejando frutos en el camino para luego ser luz en las tinieblas. ¡Iglesia! ¡No podemos llevar un cristianismo emotivo! Llevemos una vida práctica, mirando siempre el contenido de nuestras acciones para tomar enserio las áreas donde Dios nos ha llamado.
El Evangelio no se puede ocultar, se tiene que visualizar; mostrar los frutos que existe en cada uno de nosotros. ¡El mundo tiene que saber que el Evangelio de Jesucristo es la alternativa a toda crisis!
No podemos callar ante tanta misericordia y libertad que poseemos en nuestro interior. ¿Cómo callar de los milagros gestados en nuestra vida? ¿Cómo callar de las tantas vidas transformadas? ¡No! No podemos silenciar lo que Dios ha hecho por misericordia y gracia en nosotros.
Seamos vidas tempranas para oir; escuchar la voz de Dios y ser guiados en su voluntad. ¡Iglesia, necesitamos estar en disponibilidad para escuchar! Maria, la hermana de Lázaro es un claro ejemplo de una persona que escucha el contenido del mensaje y es edificado con ella. Por esta razón, uno de los mayores exitos de esta obra es el amor que se tiene a la Palabra.
Y para culminar esta reseña de la palabra, estar disponible es también decir: sufrimiento y sacrifício. Esta obra nació en el pleno padecimiento de mártires que entregaron sus comodidades para que hoy, gocémos de los frutos que con lágrimas se sembró. Dicho esto, deseo que, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, sea usted un hombre o mujer disponible a actuar, oir, y sufrir por amor a Cristo.