Dios está con los humildes y con los sencillos de corazón. El orgullo es muy peligroso porque nosotros mismos no nos podemos ver cuando empezamos a actuar de tal modo. El hecho de que Dios te utilice no quiere decir que Él te apruebe, porque bienaventurado es aquel a quien Jehová escogiere y atrajere a sus atrios.

El propósito en sí, no es que Dios nos utilice, sino que Él esté con nosotros y podamos sentirlo, alabarlo, adorarlo, que Él nos muestre su amor y misericordia y que nos describa el camino que debemos de andar. Lo importante es ser aceptos ante los ojos del Altísimo.

Dios quiere que inspiremos a otros, pero también anhela que nosotros estemos siempre en su presencia. Cuando el Todopoderoso quiera hacer algo en tu vida, no le digas que eres pequeño o que eres niño; porque Él te conoce desde antes que te formes en el vientre de tu madre y te ha elegido para su obra. Más bien pídele a Dios que te capacite y dile que estás dispuesto a ir donde Él te mande y te coloque con humildad de corazón.

En el último servicio del Retiro de Pastores en Lima, el Rev. Gustavo Martínez, Oficial Internacional de la obra del Movimiento Misionero Mundial, fue el expositor del mensaje del cielo con el tema “Permanezcamos pequeños ante nuestros propios ojos".