Es mejor que Jehová nos vea a nosotros que nosotros veamos a Jehová, pues cuando él nos fija su mirada, quedamos totalmente descubiertos. Él sabe todo lo que nos está pasando y tomará el control sobre esa difícil circunstancia.
Cuando un creyente tiene fe, no le teme a nada, pues ésta hace que andemos diferente a otros, nos permite ver y hablar dentro de un mundo sobrenatural.
Habrá momentos en los que nos vamos a sentir solos, pero Dios no nos va a desamparar, mejor es confiar en Jehová que en el hombre, pues el Todopoderoso se preocupará siempre por nuestro dolor, nos preguntará ¿Por qué lloramos, que anhelamos que Él haga en nuestra vida?
Es mejor que Jehová nos vea a nosotros que nosotros veamos a Jehová, pues cuando él nos fija su mirada, quedamos totalmente descubiertos. Él sabe todo lo que nos está pasando y tomará el control sobre esa difícil circunstancia.
Cuando nosotros deseamos servir a Dios, tenemos que cultivar una sed de aprendizaje jamás sentirnos satisfechos porque el día que dejemos de crecer será el día en que perdamos el sentido a la vida.
Aquel que se siente como olivo verde en la casa de Dios y reconoce que le hace falta inquirir más de la palabra del Altísimo, Dios mismo lo capacitará, lo llenará de sabiduría, inteligencia y temor a su nombre.
En el cuarto servicio del Retiro de Pastores en Lima, la Misionera Carmen Valencia, fue la encargada de exponer el mensaje del cielo, citando el libro de San Mateo 18:1 - 4, San Marcos 10:44, con el tema: “Siendo como niños y siervos alcanzaremos la verdadera grandeza”.