"Oh, si pidi?ramos como Ana, una liberaci?n de lo m?s profundo del coraz?n, o si clam?ramos como lo hizo el salmista David, no ser?amos los mismos.
"Oh, sí pidiéramos como Ana, una liberación de lo más profundo del corazón, o si clamáramos como lo hizo el salmista David, no seríamos los mismos.
"Sácame de este pozo cenagoso", es el clamor que mueve la mano de Dios a nuestro favor Mis hermanos nosotros no hemos creído en un Dios muerto, #Cristo vive, y cada oración tiene un tiempo de espera. Sin duda, la promesa llega y no tarda", Hna. Maritza Montoya de Martínez. Basado en el libro de Salmos 40: 1- 3.