• 21 de Diciembre, 2018

Mis padres se van a divorciar

Vivíamos en la misma casa, pero no compartíamos tiempo en familia, cada uno estaba ocupado en sus labores o estudio. Y poco a poco se empezó a enfriar el amor que antes sentíamos.

Mamá y papá se la pasaban todo el día en el trabajo, no había día en el que; junto a mi pequeña hermana, nos sentáramos en el parque y compartamos una bebida, contemos cómo nos fue en la semana o qué planes para la próxima. No, no había.

Cierta vez, escuché una conversación de mis padres, ellos decían que nada era lo mismo, que todo se había vuelto monótono y no sentían amor el uno por el otro, que lo mejor era divorciarse, yo me iría con mi papá, mientras que mi hermana y mi madre se quedarían en la casa.

Aún lo recuerdo, tenía 10 años, y llevaba el corazón hecho trizas por lo que oí, no sabía qué hacer, mucho menos que pasaría con mi familia, solo recordaba los pocos momentos en los que disfrutábamos estar juntos y tener un hogar.

Se lo conté a mi tía y a mi prima, ellas eran Cristianas, lloramos mucho aquel día, pero lloramos en oración, arrodillados ante Dios, yo le pedí mucho por mis padres, no quería que se divorciaran, quería que Él los cambie, que se amén, y nos amemos mucho.

Hoy, mis padres están juntos, mi familia está unida, todos servimos a Dios y hasta tengo más hermanos. El poder de Dios no ha cambiado, Él escucha las oraciones de los niños, Él está atento a nuestras peticiones.

El sábado 15 de diciembre la Iglesia del M.M.M Campoy inauguró su nuevo templo, está actividad se realizó junto a la gran campaña evangelística “Jesús, une a la Familia” El expositor de la palabra de Dios fue el Rev. Bernardo Neyra. 

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