La familia es un don precioso porque forma parte del plan de Dios para que las personas puedan desarrollarse en amor, ser buenos hijos en este mundo de maldad, y participar en la vida futura del Reino de los Cielos. Dios quiere que los hombres colaboren con Él en esa tarea.
La familia es importante para Dios. La idea de unir a un hombre y mujer, siempre estuvo en la mente del Creador. El hogar, aunque sea sencillo, puede ser siempre un lugar donde se pronuncien palabras alentadoras y realicen acciones bondadosas, donde la cortesía y el amor en Cristo sean huéspedes permanentes de amor.
¿Su hogar es fuente de paz? Los padres son los principales educadores de sus hijos, tanto en lo humano como en lo sobrenatural, y han de sentir la responsabilidad de esa misión, que exige de ellos comprensión, prudencia, saber enseñar y, sobre todo, saber querer; y poner empeño en dar buen ejemplo.
Lamentablemente, este mundo ya no es fuente de bendición. La maldad ha aumentado, el pecado a calado lo más profundo de los corazones y, el tener a Dios como fuente principal de paz en el hogar, ha quedado en un plano perdido. Hoy, Él quiere reinar en los hogares, quiere transformar las familias y hacerlas felices.
No hay mejor senda que la del Salvador nos ofrece. Él espera de nosotros, anhelando celosamente, ser instrumentos que lleven su paz a los hogares que los necesiten. No seamos indiferentes al clamor de las familias. El enemigo de nuestras almas sabe que en los hogares se forjan los futuros misioneros.
La palabra de Cristo transformó los corazones de los cientos de asistentes en el Coliseo Gran Chimú de Trujillo. El mensaje divino del cielo fue expuesto por el Rev. Albert Rivera, Supervisor Nacional de Puerto Rico, en el segundo día de Confraternidad.
Hoy, esperamos la llegada del Presidente Internacional del M.M.M., Rev. José Soto, al aeropuerto Carlos Martínez. Sigue nuestras transmisiones en vivo a través de Bethel Televisión y las distintas plataformas digitales. Recuerda: Tú eres un canal de bendición.