Padre, construye un legado que tus hijos recuerden con honor
Basado en el libro de 1 Reyes capítulo 2, la pastora Herly de Soto desde Colombia, expuso el mensaje de la palabra de Dios enfatizando el legado digno de ser contado. Hoy es el tercer día de la Convención Nacional en la capital limeña, y la Gracia de Dios sigue avanzando.
Definitivamente lo que más me llama la atención es las palabras que le dice el rey David a Salomón antes de morir. Le dice desde el versículo 2 “Esfuérzate, y sé hombre” y continúa diciendo que guarde los preceptos de Jehová, que ande en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, como lo hizo Moisés y para que prosperara en todo lo que hiciere y en todo lo que emprenda.
En otras palabras le dice que ahora como nuevo rey, sus ojos tienen que estar puestos en Dios y no en la tierra , pero que además se ocupe de agradar y obedecer a Dios en todo para que le vaya bien. Hace referencia también a Josué 1:8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditaras en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Y termina diciéndole que Dios le dijo a David que si sus hijos guardan su camino, andando delante de Dios con verdad, de todo su corazón y de toda su alma, jamás faltará varón en el trono de Israel. Finalmente muere David y Salomón comienza su mandato en el temor de Dios y algunos ya comienzan a morir por causa de desobediencia.Este es el legado
Esta definición cambia completamente nuestra idea de herencia. Normalmente pensamos solo en dejar algo que consiste en bienes materiales, dinero o propiedades. Sin embargo, un legado espiritual, emocional y cultural, perdurará por generaciones. Los padres modelan y refuerzan este legado mediante los momentos rutinarios de la vida y en conversaciones casuales. Es por medio de esta interacción cotidiana que logramos impactar sus vidas, más si es con Fe.
Un buen legado prepara a los hijos para la vida adulta, y les muestra el camino a recorrer. Por eso: Escuche el llamado y sea obediente, conviértase en lo que Dios quiera, Sane el dolor del pasado, cree una nueva historia, Inspírese en una promesa que le proyecte hacia el futuro, viva intencionalmente transmitiendo la promesa de Dios y crea en su misericordia.
