Ya han pasado más de nueve meses desde que llegó este lema al Movimiento Misionero Mundial. Desde nuestro pensamiento y óptica ministerial, relacionamos la disponibilidad con un tramo largo de moldeamiento que capacita a cada hijo de Dios para un mejor servicio en su obra.

Dios no puede procesar a alguien que no desea servir ni estar dispuesto a padecer los estragos que conlleva un ministerio. Los tratos Divinos en la vida de aquel hombre o mujer solo se llevan a cabo con corazones dispuestos.Hoy, nosotros necesitamos ser procesados, que es precisamente lo más difícil para nuestra humanidad.

Los procesos de Dios no son agradables para aquel que desea servir. Es necesario el proceso del tiempo para una madurez y relación con Dios en la experiencia y la paciencia. Moises, en sus inicios, estuvo dispuesto pero no disponible a los procesos de Dios. Generalmente cuando un creyente no es procesado en el tiempo, le pasa factura.

El proceso del quebrantamiento también es esencial y, humanamente hablando, no es del todo deseable. Esta es una herramienta básica del Alfarero pues forja nuestra plena confianza en Él. Nada es una casualidad en su vida, cada milímetro de circunstancia tiene un propósito que moldea su carácter si cuenta con un corazón dispuesto a Su servicio.

En el segundo día de Convención, el Rev. Pablo Castro; Supervisor Nacional del M.M.M., en Colombia, fue el portador del mensaje citando el libro de Éxodo 3, bajo el tema: “Procesado para la disponibilidad”. Ayer, por horas de la noche, culminó esta celebración en Chiclayo, pero la fiesta sigue en la capital del Perú.