Cómo olvidar la situación en que llegué a casa, cómo podría pasar por alto todo lo que Dios ha hecho en mi vida desde aquel día en que me arrepentí, y cómo no agradecer por esta victoria que hoy es me es concedida, bajar a las aguas del bautismo, dando testimonio público que ya no vivo yo, más Cristo vive en mí.

No pueden cesar las lágrimas de agradecimiento en mí, Dios ha sido tan bueno conmigo y hoy por su misericordia y amor me permite bajar a las aguas del bautismo. Me siento tan feliz, con esa paz incomparable, como aquel día en que decidí aceptar a Jesucristo como mi único Señor y Salvador.

Puedo contarte en este momento de cuán grandes maravillas Dios ha hecho en mi vida. Lejos de Él, mi matrimonio y hogar estaban destruidos, no cesaban los pleitos y contiendas, no había dicha, ni alegría, todos vivíamos con heridas profundas en el corazón a causa de los constantes problemas familiares.

Pensando que todo estaba perdido y que esto no llegaría a cambiar, fue que conocí de mi Precioso Jesús. Mientras caminaba por una avenida cerca de casa, escuché a un hombre decir: Ven, tú qué te preguntas, quién podrá cambiar y restaurar a mi familia, ven a Cristo, Él tiene el poder. Me bastó oír esto para llegar ante mi Dios y decidir servirle para siempre.

Orando y buscando de su presencia, Dios reconstruyó mi hogar, mi esposo e hijos. Hoy bajo a las aguas del bautismo, dando toda la Gloria y Honra al Todopoderoso quien cumple sus promesas en el tiempo propicio y cada día nos atrae hacia Él con cuerdas de amor.

¡Gracias Señor por tu fidelidad y tu amor incomparable! La Iglesia del Movimiento Misionero Mundial en el Perú, realizó hoy el bautismo en agua de la zona Norte donde 475 hermanos, hicieron pública su fe y nueva vida en Cristo Jesús.