El Certse Fap, Km. 26.5 de la Panamericana Sur en Lurín, fue el escenario que palpó de cerca la gracia de Dios. Vestidos de blanco, símbolo de santidad, los hermanos provenientes de diferentes partes de Lima, con sus respectivos transportes arribaron al epicentro con el fin de formar parte del cuerpo de Cristo, proclamando abiertamente su pacto de fidelidad a Dios. 

Cada pastor, cada líder, cada asistente fue testigo de lo que Dios hizo y hará en la vida de quienes sinceramente publicaron su fe a los cuatro vientos. Una experiencia conmovedora y llena de significado, son algunas de las palabras que expresaron los asistentes, quienes a través de las alabanzas entonadas y la presencia del Espíritu Santo, sellaron el pacto de amor hasta la eternidad.

“Sentí una conexión especial con Dios. El momento en que fui sumergido en el agua y luego emergí simbolizó no solo la salvación de mi alma, sino también un nuevo comienzo en mi viaje cristiano. La presencia de mi familia, y amigos cercanos hizo que hoy fuera aún más especial. Siempre atesoraré este día”, fueron algunas de las palabras que expresó una de las asistentes. 

Sin duda, hoy es una victoria más para la obra del Movimiento Misionero Mundial, misión que a través de los años sigue avanzando a pasos agigantados y conquista lo que Dios ya tiene preparado. Dios siga fortaleciendo a su pueblo para llevarlos a conquistar grandes victorias para el Reino de los cielos.